El Fenerbahce turco se enfrentó al Manisaspor en un campo al que sólo pudieron acceder mujeres y niños, como castigo a la hinchada turca tras invadir el estadio de Estambul en un encuentro ante el equipo el Shakhtar Donetsk de Ucrania del pasado 21 de julio.
La Federación Turca de Fútbol (TFF) ordenó que el Fenerbahce disputará sus dos primeros partidos de la Liga otomana sin público tras lo sucedido en el encuentro ante el equipo ucraniano, pero finalmente la TFF modificó su decisión restringiendo la entrada a los hombres. El peculiar partido comenzó con un acto en el que ambos equipos tiraron flores y su 'nuevas hinchada', formadas únicamente por mujeres y niños menores de 12 años. "Recordaré siempre esta noche. No es normal ver tantos niños y mujeres en el campo", declaró el capitán del equipo turco Alex de Souza.
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